• El vicepresidente del Consejo General de Veterinarios de España y
presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Toledo fallece tras
una larga enfermedad
• García Alía desarrolló durante muchos años una intensa carrera
profesional a la que sumó una amplia trayectoria institucional en favor
del colectivo veterinario y de la salud pública
Madrid, 17 de febrero de 2023.- Los veterinarios de España están de luto por el
fallecimiento, tras una larga enfermedad, de Luis Alberto García Alía. Veterinario
excepcional y figura destacada durante décadas del asociacionismo en el sector al
ser el vicepresidente del Consejo General de Veterinarios de España; presidente
del Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha
(desde su fundación en 2007); presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de
Toledo (desde 2001); vocal del Consejo de Salud de Castilla-La Mancha; y
consejero de AMA (desde 2012).
Luis Alberto Calvo, presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV),
destaca el dolor y la gran pérdida que supone para todo el colectivo. Además, ha
transmitido el pésame a todos sus familiares, así como el “agradecimiento a García
Alía por lo mucho que ha aportado tanto en conocimientos como en trabajo y, sobre
todo, calidad humana a todos los que tuvimos el privilegio de compartir con él
estos años en la organización”.
Por su parte, Juan Julián García Gómez, vicepresidente del Colegio Oficial de
Veterinarios de Toledo, recuerda su “entrega, honestidad y profesionalidad que
siempre mostró al frente de sus responsabilidades. Una actitud encomiable, sin
regatear esfuerzos a la vida y con una implicación ejemplar por la veterinaria a la
que unía grandes dosis de humanidad y su disposición permanente a dar la batalla
en defensa del colectivo”.
Intensa labor profesional e institucional
Natural de Lagartera (Toledo) y siempre muy vinculado a Talavera de la Reina, se
licenció en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, además de
diplomarse en Sanidad por la Escuela Nacional de Sanidad.
Durante su carrera profesional, fue director técnico en la Península Ibérica de la
multinacional genética animal Euribrid (1980-82); veterinario titular propietario
por oposición nacional y veterinario oficial de Salud Pública; veterinario
responsable y fundador de la ADS porcino; y asesor veterinario de empresas de
producción animal y laboratorios veterinarios.
Como docente, fue profesor asociado colaborador honorífico de Patología Animal
en las Facultades de Veterinaria de Madrid y Cáceres entre los años 2003 y 2007.
Además, unió siempre su vocación veterinaria a su interés por ayudar al desarrollo
de su profesión y del colectivo veterinario en su conjunto. Como expresó durante
su nombramiento como vicepresidente de la OCV, en 2013, para él suponía un
“enorme orgullo por poder afrontar este nuevo reto, siempre velando por los
derechos de la profesión y, por supuesto, por la máxima transparencia y cercanía
con el colegiado y con el ciudadano”.
Dentro de la Organización, coordinó los trabajos para la puesta en marcha del
veterinario de explotación, figura primordial para mejorar la gestión eficiente y
moderna de las granjas –alimentación, manejo, sanidad y bienestar animal,
selección genética…-, gracias a su notable conocimiento de la actividad pecuaria.
Esa vocación de ayuda y participación con las organizaciones sectoriales le llevó
a una intensa labor institucional desde la que siempre defendió los intereses de
todos los colectivos veterinarios, destacando su defensa del trabajo de los
veterinarios rurales, así como el papel de todo el colectivo en la seguridad
alimentaria de toda la población.
Un trabajo y compromiso en el que ha estado activamente implicado hasta el final
de su vida.
Sus restos serán velados desde las 15 horas de hoy en el Tanatorio Hermanos
Agüero, de Talavera de la Reina, en tanto que el entierro tendrá lugar mañana, a
las 12.30 del mediodía, en la localidad de Lagartera.
DEP.