• Es una enfermedad crónica que, si no se trata adecuadamente, puede ocasionar la muerte en los casos más graves

  • Los perros son los principales reservorios de un parásito que se contagia a los humanos a través de la picadura de insectos flebótomos infectados

Toledo, 31 de mayo de 2024.- La leishmaniasis es una preocupación de salud pública en España, por lo que es preciso mantener una combinación de medidas de control preventivo y tratamiento profesional veterinario con el fin de prevenir su propagación. Así lo ha recordado el Colegio de Veterinarios de Toledo con motivo del ‘Día Mundial de la Lucha frente a la Leishmaniosis’, que se celebra mañana.

La leishmaniosis es una enfermedad crónica causada por parásitos del género Leishmania que, si no se trata, puede ocasionar la muerte en los casos más graves. Se transmite a través de la picadura de flebótomos infectados y afecta principalmente a los perros, que son sus principales reservorios. Es decir, que pueden albergar el parásito sin mostrar síntomas inmediatos, aunque eventualmente pueden desarrollar la enfermedad.

Cuando un insecto flebótomo pica a un perro infectado, ingiere los parásitos Leishmania. Si posteriormente pica a un humano, puede transmitirle la enfermedad si el parásito logra evadir el sistema inmunológico de la persona. Por ello, conviene extremar la vigilancia en estos animales y estar atentos a la aparición de cualquier síntoma.

Luis Rodríguez, responsable del área de Animales de Compañía, Identificación Animal y Tenencia Responsable del Colegio de Veterinarios de Toledo, advierte que “los perros infectados pueden presentar síntomas como pérdida de peso; heridas que no cicatrizan; crecimiento excesivo de las uñas; lesiones cutáneas, como caspa; perdida de pelo generalizada, especialmente alrededor de la cabeza, ojos y orejas; inflamación de los ganglios linfáticos; fiebre; y patologías renales”.

Si se detecta cualquiera de ellos, el paso inmediato es la visita al veterinario. “Hablamos de una enfermedad muy grave que puede afectar también a los humanos, por lo que se trata de un tema de sanidad pública que debe ser controlado por profesionales veterinarios”, señala Rodríguez. En ese sentido, “hay varios tratamientos para la leishmaniosis canina, pero debe ser un veterinario quien diagnostique el más adecuado y siga su evolución en el tiempo”.

En todo caso, Rodriguez recuerda que, dada la gravedad de esta enfermedad, lo más eficaz es “la detección temprana, por lo que lo más aconsejable es realizar revisiones veterinarias periódicas”.